a Amy...
Haz una cosa. Camina sola. Ve hacia la pasarela de Ramón y Cajal, y mira al horizonte, al norte… Cierra los ojos y respira, sueña que nada te ata aquí, que eres sólo “maría” con todos tus defectos y virtudes, respira y siente en tu alma que tienes suerte de estar viva. La búsqueda de uno mismo ha de hacerse con tiempo… Date tiempo para sonreír por toda la vida que te rodea.
Levántate pensando que quizá hoy no adelantes nada, que no haya respuestas, que te pierdas más.
No las busques, no desesperes, no pienses en mañana, piensa en ahora mismo y sólo en ti.
No en planes de futuro, he dicho "En ti". Sino en estar bien contigo y por ti, sin dar cuentas a nadie.
Porque tú sabes bien lo que cuesta desprenderse del resto para pensar en ti, pero potencialmente eres afortunada, porque sabes ver que a veces hace falta.
¿Ves las montañas?
Pues no siempre se ven, es un privilegio yendo a la estación o paseando por ahí. Esta mañana, camino a Recoletos, las vi allí, tan perfectas y preciosas como una postal. Es un privilegio temporal, de claridad, que la vida te regala hoy que tú no ves nada. Y sí, no siempre se ven.
Pero sabes que están; hay algo en ti que te hace saber que siguen ahí, que es algo mucho mayor que tú pero que no se esconde. Es un privilegio de claridad que la vida que te regala hoy que tú no ves nada. No siempre se ven, pero a veces sí! Y eso te garantiza que otro día quizá también! Aprecias mejor lo pequeño porque eres especial, y dirás… “vale, pero no puedo estar esperando inestable a ver las montañas…”. Cierto, pero sabes qué? Cada día hay motivos; un día son las estrellas, otro las hojas de los árboles que amarillean, el viento que endulza tu pelo caminando, alguien que te sonríe sin motivo… Esos detalles te recuerdan, si quieres verlo, que uno mismo acaba encontrando su propio equilibrio en la soledad de apreciar lo pequeño, sin convenciones sociales o personas ajenas… Y una vez allí, tira millas. Espero haberte hecho pensar algo… Busca en ti, eres alguien increíble. Pero huye de lo supérfluo, de todo, de todo lo no tuyo. Estoy aquí, observándote… Y esperándote en la pasarela si todo va al ritmo de los días de mucho frío con sol: mi paraíso