Estados de ánimo. Cegados por el no saber, por el no terminar de volver a un punto agradable. No me sueltes. Vámonos a esa playa.
Me han dicho que allí aún hace frío a veces, y que por las noches, te vas y te sientas en la arena, y puedes llegar a escuchar el auxilio de las sirenas.
Dicen también que sólo con estar ya olvidas y tu mente pasa a blanco, que todo es fácil, la brisa es agradable...
Y si aún no te encuentras, déjate ir y respira.
Porque me han dicho que funciona.

Entonces, cuando notes el pelo casi del todo revuelto por el aire, retíralo de la comisura de los labios, y sonríele a tus manos, a tus dedos;
a las las hojas secas que rompes sin pensarlo con las manos, ¿notas el pelo empapado?
si en ese momento saltas tres olas, una por pensamiento malo, en ese instante estará superado...
¿Vienes?

cemento más negro que gris

Un día tú decidiste marcharte. Y yo no pude irme.

Me quedé enganchada al suelo de cemento recién puesto. En realidad, no podía moverme, sabía que tendría que quedarme sin zapatos y salir corriendo. Pero que esa carrera no consistiría en salir corriendo tras tu coche. Sino en empezar a correr contra todos los coches, contra el resto de los coches de la avenida. Unos que bajan deprisa de la carretera del norte y los que vienen del centro, y los que regresan del aeropuerto.

En contra de todos.

Ciertamente desesperada.

Siempre quiero correr cuando me acuerdo de que te odio. Y muchas veces me prefiero quedar en cemento; por lo menos eso me retiene para no ir detrás tuyo. Pero eso no me aísla de verte rehacer tu vida y hacerla perfecta sin mi. No te culpo, no la tienes, son circunstancias que se me antojan siempre peores que las tuyas. Y no comparo, sólo me duelo de ver todo con perspectiva después de tanto.
Y tiemblo si pienso que aparecerás un día y yo me quedaré sin palabras. Precisamente en cemento, inmóvil. Nunca quiero despegar los pies del suelo, porque cuando lo hago, es cuando me duelo. Y por otra parte, tanto empeño en quedarme mirando el cielo desde abajo es porque no me resigno a creer que nunca marco nada ni a nadie....

Un día tú decidiste marcharte, y yo di media vuelta y entré al portal. Lo único que no te perdono es que no esperases a que desapareciera para arrancar.
Del resto, haz lo que quieras

siluetas que salieron de la bauhaus, sombras de alemanes desterrados

En realidad no es fácil. Crees que avanzas y de repente regresan fantasmas que creías más que enterrados. Y entonces te planteas si realmente los enterraste algún día o directamente los tapaste con un poco de estiércol... No resulta fácil olvidar que estuvo, que fue, que diste y sólo recibiste desprecio.

Y luego está el... "¿Qué habré hecho yo para desenterrarte?" y quizá es que nada termina de cuajar a tu alrededor, nada encaja del todo, se queda como un puzzle hecho a medias que nunca sabes si alguien querrá acabar. Y entonces tiras el puzzle, lejos porque no puedes acabarlo aunque quieras. No se deja. O no se atreve o no... No. Realmente es que no.

Siempre me esfuerzo por llenar vacíos ¿a alguien más le pasa? porque no puedo estar tranquila conmigo misma y ser feliz por uno sólo. Es diabólica la sensación de no ser entero sin dos. Pero es más horrible la sensación de que hay quien fue y ya no es y es dos sin ti... Y ni siquiera sabe qué ha sido de tu vida...

Hoy necesito un sólo abrazo que no es ya

Nueva perspectiva

Por fin! Ahora más dilemas a la carpeta, porque claro, no es cuestión de perder de vista el comerse la cabeza.
Como véis cambio al blanco. Blanco luz, pero lo justo para que no os ciegue.
Besos chicos

Mensaje de resurreción

Chicos, ánimo a todos en vuestros exámenes. Ya sabemos que diseño ha sido una catástrofe generalizada porque somos los más vagos del planeta peeeeero, bueno, el resto a comérselo!!
Os mando besos y mucho ánimo a todos y cada uno.
Sed buenos y no perdáis el tiempo q nos conocemos... Quini, mañana te llevo opinión pública. Graciassss

acerca de deutschland

¿Cómo se ven las cosas desde este lado?

Toca occidentalizar un poco. Toca racionalizar algo más. Y poner un poco los pies en la tierra. Toca, y sin tocar, estar más que nunca mirando Berlín por un agujerito. Acordándonos de las cosas que siguen allí, enfrentándose a los días que no siempre amanecen soleados...
(y "M"... M de Muro)

:: Dolls :: trágico fatum

Un día alguien perdió la cordura. Un día alguien fingió estar cuerdo. ¿Dónde está el silogismo?

Un día le arrancaron la vida a alguien. Y a cambio alguien luchó por robarle todos los minutos a su destino y quemarlos en una hoguera en mitad de un desierto de nieve. Y mientras tanto, hojas rojas marcando el camino, o perfilando los pasos que se daban despacio y sin rumbo. Rememorando todos los sitios que pertenecieron y ya no son. Esperando conseguir un despertar que quizá nunca llegara. Porque el destino suele hacer que, de pronto, todo vuelva a ser nada.

Porque los hilos se mueven desde la sombra, sí, pero no en el sentido que creen los elfos, sino en el que quieren los maestros japoneses con sus marionetas gigantes. De porcelana perfecta, de telas de raso y seda. Y a partir de ellos, el mensaje queda.

Pero aunque triste, Dolls sigue siendo un poema delicioso y un viaje interior por todos los parajes que alguna vez imaginamos, despiertos o soñando. Colores, como todo lo oriental. Caricias a la vista, como muchas cosas del plano de lo no real...

ovillos de lana de kyoto
Miré a través de la ventana, y ví cómo lo metían todo en la caja. No quería que volvieran a robarle nada. Nunca más. Porque era suyo y nadie debía entrometerse. Yo nunca supe lo que escondía aquella caja, y aunque la curiosidad me mataba, no hice nada para seguir preguntando, porque sabía que era un secreto demasiado grande e importante como para osar descubrirlo sin entenderlo. Así, mientras que pensaba, cerraron la caja, tras el cristal, y uno de ellos se la metió en el bolsillo. Encajaba perfectamente. Entonces me di cuenta de que sólo un bolsillo como aquel podía acoger la caja de los sueños. Y que sólo si todos nos alejábamos de aquello, podría salir adelante. Podría abrir la caja. Imaginaba lo que había dentro, pero sólo ellos lo sabían. Y tampoco muy bien. Pero prefirieron guardarla en el bolsillo. Y esperar detrás de la ventana. Tranquilos porque sabían que llegaría… sin duda.
¿Y sabes lo que creo que había en la caja? Madejas de hilo de Kyoto ;)

(juegos de manos con hilos... Como si fuéramos marionetas. Como "Dolls")

-Eso sí, tendrás que ayudarme a levantar la piedra que de vez en cuando frena la cuerda y lleva a no querer seguir andando. Sóla yo no puedo-