Se respira silencio.
He intentado hundir tanto mis dedos en tu piel, que acabara por fundirse con ella y ser ya así uno, un tiempo.
Oigo, apenas si se escucha, pero siento, más allá del patio, la ventana de tu baño, y el agua de la ducha repicando contra la porcelana. Dándote tregua, y tiempo.
Presiento, que apenas en unos segundos vas a abrir la puerta para abrazarme, oliendo a agua, a calma, y a más ganas.
Y yo te espero ya casi en la puerta para hacerte correr hacia el metro, y ver cómo no llegamos a tiempo para devolver las pelis en la biblioteca.
Me haces falta
Gracias, y además, por la vuelta