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viernes, febrero 03, 2006


3.- Niemeyer

En el barrio de Bellville está la sede del partido comunista. Lo especial del edificio... bueno, en realidad son varias cosas. Una es cómo se junta el suelo con las paredes de la fachada. Es impresionante. También está la cúpula blanca que baja hasta abajo, y se forma una impresionantísima sala de conferencias.... materiales diversos, formas complejas, en un barrio sucio que poco honor hace al nombre y que se completa con videoclubs y restaurantes chinos, tiendas de carne que esconden mataderos clandestinos de cadáveres sin alma (olvidada en cualquier parada de metro, debajo de 3 sillas de plástico naranja, durmiendo con una botella bajo el brazo...) Y entre las avenidas y las calles que suben y bajan, aparece la calle de Camus... y una preciosa plaza que continúa unos bancos de piedras preciosas y especiales, que dan la entrada a un sitio mágico donde juegan niños, y que continúa con una serie de arcos que serpentean; abrazados con ansia y dejadez por ramas secas que se dejan ver sin ropa y con escarcha... que nos dejan que pasemos por delante, y suben varios metros del suelo, muchos más metros de a lo que nos tienen acostumbrados este tipo de arcos... y éste además acaba en el canal de st martin, el puente donde amelie tiraba piedras y donde hay un precioso café donde tomamos chocolate caliente, y donde te guardo la almendra de chocolate que nos dejan junto al azúcar. Con la de hoy, van tres...


10 Comments:

Blogger alZhu dijo...

Hay edificios que emergen como si hubieran nacido para tocar el cielo. Sin esfuerzo. Sin tensión. No quiero cerrar los ojos para no perderme nada así.

viernes, febrero 03, 2006 10:14:00 p. m.  
Blogger M dijo...

pues sigue guardando la almendra, no te la vayan a reclamar ;-)

un saludo.

sábado, febrero 04, 2006 1:25:00 p. m.  
Blogger pqueno dijo...

gracias por invitarnos a pasear contigo por un sitio tan maravilloso...si te acuerdas, tira una piedra en el canal por mí...

abrazos ausientes desde el invierno

sábado, febrero 04, 2006 7:23:00 p. m.  
Blogger E dijo...

Yo una vez recorrí la orilla del canal empapada en la parrilla de una bicicleta sin frenos...

Ojalá recordemos siempre estos momentos. Sigamos poniéndolos en letras por si acaso. Aunque nos volvamos todos locos... al fin y al cabo, estás viendo que hay ciudades para los locos.

Je t'embrasse fort.

sábado, febrero 04, 2006 9:36:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

se la arquitecura! precioso tu texto!

domingo, febrero 05, 2006 4:54:00 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

asignatura pendiente: historia del arte y su prolongación en la arquitectura...

miércoles, febrero 08, 2006 8:17:00 a. m.  
Blogger pqueno dijo...

gracias por todos tus comentarios... me has alegrado el día

abrazos ausientes desde el invierno

miércoles, febrero 08, 2006 1:09:00 p. m.  
Blogger El chico desenfocado dijo...

Ay, París... Ya estabas tardando en ir.

miércoles, febrero 08, 2006 1:40:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

París.. la ciudad del amor y de los mariquitas que toman las gasolineras por la noche para prostituirse y mirar a los jovencitos como yo para acosarlos.. (Que recuerdos..)

miércoles, febrero 08, 2006 5:51:00 p. m.  
Blogger MUNDOGUSANO dijo...

¿vas a esperar a que las almendras te sepulten?

miércoles, febrero 08, 2006 7:56:00 p. m.  

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