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sábado, marzo 05, 2011
martes, octubre 26, 2010
No hay rastro de ti. No estás en ninguna parte y a mi se me ha olvidado ya buscarte y saberte. "Nunca nos separaremos pequeña, tu vida es demasiado importante para mis días". Pero claro que nos separamos. Nunca te creí cuando me decías que me querías. Nunca he creído a nadie
jueves, octubre 22, 2009
Dicen que tengo colon irritable. El diagnóstico ha determinado que somatizo emociones. Yo le contesto al diagnóstico, a la médico de urgencias de madrugada y al enfermero que me tomó una muestra de sangre, de corazón y de pulso, que no me dicen nada nuevo pero que no sé cómo hacerlo. Me recetan pastillas. Muchas. Todas. Y me mandan a estomatólogo y al psiquiatra. Me cabreo. Yo nunca le permití a mi cuerpo que se permitiera tener pesadillas durante más de diez meses y que me temblara la piel al no poder borrarlos. Tampoco le dejé jamás que decidiera tomar mi estómago y estrujarlo. Tampoco te dejé a ti que me rompieras el corazón, pero lo hiciste.
del día: http://www.youtube.com/watch?v=okK0z-5CRP0
domingo, octubre 18, 2009
Preguntas. Y respuestas
Me pregunto por qué bebemos, por qué somos tan superficiales y por qué la gente busca tanto socializar en eventos y reencuentros. Nunca, nunca hasta que me sentí realmente apátrida de mi propia vida, me hizo tanto daño chocar con lo superficial, con el aparentar, con el vivir de mentira. Hablo a sabiendas, contando un poco lo que es volver a la ciudad y reencontrarte con tanta gente, y otra nueva que está en un círculo al que ya sólo perteneces a medias. Vuelves y hablas, y pones un poco al día aunque sabes que eso que cuentas no le interesa absolutamente a nadie. Tampoco al que pregunta, al que le importa una puta mierda tu vida, tus sueños, tus puntos de vista; al que no le interesas absolutamente nada más allá de tres guiños vacíos y un choque de puño; dos besos incluso, o uno casto, con olor a vicio, para aparentar, judas de la vida, que esa persona importa algo. Cuando no importa una mierda. Me apesta, me repugna el vivir a medias en un mundo de muertos vivientes que viven para aparentar y para hacer ver que todo les parece espectacularmente fascinante. No es por la noche. Cuando me preguntan si quiero seguir viviendo en la ciudad de piedra sólo tengo una respuesta: me falta la gente, me falta gente auténtica. Jamás pensé que me vería tan sola rodeada de tanta gente. Hoy, en mitad de tanta gente, y tan sola, les miré a todos sin música. Yo, sin una gota de alcohol en las venas. Ellos, con todas las venas atascadas de humo y espirituosas. Tan vacíos, tan lejos, tan fuera de todo mientras aparentan estar dentro... Cuesta vivir de verdad, cada vez cuesta más ser auténtico. Y creo que estamos en una crisis de identidades heredada, que a mi me duele cada vez más. No sé quién soy. De verdad que no lo sé. Y tampoco de dónde vengo ni a dónde soy. Ni siquiera soy, como solías decir tú. Somos, decías. Y yo te creía y te quería, y me dueles. Al menos ayer conseguí -sin pretenderlo- notar el calor infinito de mis amigos, de mi gente especial, llegando por sorpresa al cumpleaños de M. y viéndola llorar de emoción por encontrarme. Todos me esperaban, y noté ese cariño... Fue momentáneo. Ni siquiera los más cercanos son de verdad. No sé qué me pasó cuando me dejaste que todo mi mundo se derrumbó y se me olvidó quién era. Y cuál es el sentido de la vida. Sólo sé que no quiero vivir aparentando. Y llevo así un año
Pd: Dani, estamos en peligro de extinción. Te quiero mucho
domingo, octubre 11, 2009
AI, DOLORS (original en catalán)
Ai, Dolors, porta’m al ball,
avui que ve tothom, avui és quan hi hem d’anar.
Ai, Dolors, vindré cap al tard
amb un cop de cotxe i t’esperaré a baix.
I, Dolors, avui entre els caps no hi haurà mirades de complicitat
ni, Dolors, cap dit despistat que fregui una esquena per casualitat.
Avui, Dolors, jo picaré un ritme amb les mans
mentre tu treus els tiquets de l’enèsim combinat.
Avui, Dolors, proposa un tema al cantant,
un que es rigui de tu i de mi i d’aquesta història que s’ha anat acabant.
Va, Dolors, que avui serem dos nens grans,
res de tonteries, res de ser especials.
Un-dos-tres, un-dos-tres cha-cha-chà,
taló-punta, taló-punta, i torna a començar.
I, Dolors, ningú esperarà cap escena dolça davant cap portal,
ni, Dolors, cap gran veritat serà revelada quan es faci clar.
Avui, Dolors, mourem el cos al compàs
d’un tambor accelerat, d’una gran línia de baix.
Avui, Dolors, proposa un tema al cantant,
un que es rigui de tu i de mi i d’aquesta història que ja no és important.
Un que ens defineixi en tres acords,
un que ens expliqui a la posteritat,
un que conscientment sigui un punt i final,
Dolors, un que sembli impossible que pugui acabar.
AY, DOLORS
Ay, Dolors, llévame al baile,
hoy que vienen todos, hoy es cuando tenemos que ir.
Ay, Dolors, vendré tarde con un golpe de coche y te esperaré abajo.
Y, Dolors, hoy entre las cabezas no habrá miradas de complicidad.
Ni, Dolors, ningún dedo despistado que roce una espalda por casualidad.
Hoy,Dolors, tocaré un ritmo con las manos, mientras tú sacas los tickets del enésimo combinado.
Hoy, Dolors, propón un tema al cantante, uno que se ría de ti y de mí y de esta historia que se ha ido terminando.
Venga, Dolors que hoy seremos dos niños grandes, nada de tonterías, nada de ser especiales.
Un-dos-tres, -un-dos-tres cha cha cha,
talón-punta talón-punta, y vuelve a empezar.
Y, Dolors, nadie esperará ninguna escena dulce delante de ningún portal.
Ni, Dolors, ninguna gran verdad será revelada cuando amanezca.
Hoy, Dolors, moveremos el cuerpo al compás de un tambor acelerado, de una gran línea de bajo.
Hoy, Dolors, propón un tema al cantante,
uno que se ría de ti de mi y de esta historia que ya no es importante.
Uno que nos defina en 3 acordes,
uno que nos explique a la posteridad, uno que conscientemente sea un punto y final, Dolors, uno que parezca imposible que pueda acabar.
lunes, septiembre 07, 2009
Santiago me mantiene congelado el corazón. Venir a Madrid es abrir la nevera y sentir frío y el corazón en un puño. Tengo miedo de absolutamente todos los pasos que doy por la calle por miedo a encontrarme contigo y darme de bruces con una realidad que evito por sistema. Madrid me agarra en cuello y me aprieta muy fuerte y me golpea la cabeza con imágenes muy distintas. Madrid me la juega cuando pone el punto de encuentro en la Calle Sánchez Pacheco y tengo que volver a recorrerla, como antes, como al principio subía aquella calle muy deprisa porque me quedaba sin el metro. Cuando el avión pone sus ruedas en la pista de Barajas se me llenan los ojos de lágrimas y empiezo a tener naúseas. Será que pese a los meses yo no sé vivir sin que me quieras querer. Y yo, que siempre me creí fuerte me la jugué a perderte. Y pasó. Pero esto no se pasa
domingo, julio 26, 2009
26/07/09
B. ha estudiado todas las maneras de vivir sin el cuadrado de su inicial. Ha elevado a la enésima potencia los verbos recordar, borrar, andar, redescubrir y reconquistar; los ha centrifugado y ha teñido varias camisetas con el programa D de la lavadora. Ha olvidado los colores –dice que los matices ya no importan- y se ha decidido a borrarte del todo. Para ello, ha cerrado un millón de horas tarde todas las puertas para seguir por otro camino. Pero le da rabia que vivas y revivas y reconquistes en su escenario. Sobre sus pasos y sobre su vida. Te odia, dice, porque tú te quedaras y la borraras. Te odia, dice, porque es más fácil odiar que querer, cuando no se encuentra en tus ojos. Dice que es más fácil –he intentado quitárselo de la cabeza pero se niega- hacer como que no existes que quererte sin que la entiendas. Y repite que ya lo sabía, que la olvidarías sin remedio, como hiciste otras veces. Y que sangra todavía. El otro día tuve que recoger sus pedazos en el andén, rota y rodeada de bolsas con recuerdos que los dos tocasteis. “Huele a cerrado, a la cera con la que embalsaman los cadáveres, apesta”, gritaba a trompicones, llorando sin parar y golpeando la máquina de billetes. Le pedí que se calmara, que tenía tiempo de sobra y luz a raudales para empezar de nuevo. No quiere escucharme. Dice que los días de más luz aquí también duelen, porque el azul le recuerda al único viaje que hicisteis juntos. La veo más calmada, respira, es más creativa, pero me manda decirte que te tienes que ir del todo. Que no puedes volver, y reírte como si jamás te hubiera querido gritar con los labios cerrados que la estabas enterrando en vida. Y que aún le dueles.
tú.
Tú querías vivir.
A tu manera.
Pero buscabas brújulas por miedo.
Aunque te reafirmabas con las artes marciales.
Y con las letras.
Buscaste un compás y te topaste conmigo a la salida de la biblioteca nacional.
Buscabas una brújula con ansia.
Cada noche por los tejados.
Un gato que decidió hace 267 noches escapar por el tejado cuando nadie le veía.
Y yo lo veía venir.
Pero dejé que me dejaras.
Me perdí entre el alcohol y la cocaína para que me vieras besar a otros.
Pero no quisiste quedarte conmigo.
Dices que me ensoñaste cuando cruzabas de noche el río.
No te creo.
Te dije que me olvidarías tan rápido como siempre olvidas.
Odio no haberme equivocado.
Aparecí yo, un compás de espirales caprichosas.
¿Y caprichosa yo?
Sí. Caprichosa yo, que te pedía