Santiago me mantiene congelado el corazón. Venir a Madrid es abrir la nevera y sentir frío y el corazón en un puño. Tengo miedo de absolutamente todos los pasos que doy por la calle por miedo a encontrarme contigo y darme de bruces con una realidad que evito por sistema. Madrid me agarra en cuello y me aprieta muy fuerte y me golpea la cabeza con imágenes muy distintas. Madrid me la juega cuando pone el punto de encuentro en la Calle Sánchez Pacheco y tengo que volver a recorrerla, como antes, como al principio subía aquella calle muy deprisa porque me quedaba sin el metro. Cuando el avión pone sus ruedas en la pista de Barajas se me llenan los ojos de lágrimas y empiezo a tener naúseas. Será que pese a los meses yo no sé vivir sin que me quieras querer. Y yo, que siempre me creí fuerte me la jugué a perderte. Y pasó. Pero esto no se pasa
______________________________________________________________________________
1 Comments:
Pero aquí estamos para ayudarte a que pase. Pasará, ya verás! Vendrán días...
Publicar un comentario
<< Home