smoke and mirrors
nunca más, jamás, jamás... nunca se clava. Pero nunca también alivia si termino por creerlo.
Ya no más
nunca más, jamás, jamás... nunca se clava. Pero nunca también alivia si termino por creerlo.
"Ayer" paseé por la playa a las 2 de la madrugada, cuando había dejado de llover. Sentado en el banco de enfrente de los relojes de
Duermo en forma de W, o de M según se mire. Duermo así con los brazos, para que nadie pueda robarme el alma, mientras duermo. Es un escudo, un escudo para que no me alcance nada que pase por delante de la ventana si me despisto. Balanceo los pies sobre la cama. Como intentando salir corriendo; alejarme de esta ciudad de lluvia incesante que no me deja respirar… Irme quizá a un verdadero Kyoto donde no existan la cobardía, ni la mentira, ni el odio, ni las traiciones ni decepciones. Donde las palabras nunca más sean guiones de historias trágicas de personajes que ni merecen protagonizarlas, porque no están a la altura.
¡Vaya! Cuánto echaba de menos sentarme aquí delante. Ya de vuelta, poniéndome al día leyendo vuestros blogs y sus nuevas entradas; deleitándome con todo lo que escribís y me hace admiraros profundamente…! Vaya fotos, señor tragicomedio! Postearé pronto. Por ahora estoy es un “hola de nuevo”… y empezaré a pasar las cosas que llevo en mi cuaderno de bitácora de este tranquilo verano por tierras vascas. Muxu bat