No sale nada, o sí. Depende. Quiero escribir historias, desde hace mucho tiempo. Pero tengo tanto en la cabeza que no sé para dónde voy a tirar, y no es que me bloquee es que quiero escribir historias originales. Y no me sale nada. Empecé la historia de aquel gato del cementerio de París, y la de las tijeras que no eran una sin dos partes, y... también apareció, otro día, ésta que sigue, y que vivía en un post it desde aquellos días:
"Un día apareció un hombre que regalaba principios de cuentos. Los escribía, así, tal cual, y los daba en el escenario de la bahía de la concha; en el mismo paseo. Fue allí, y está bien que así lo sea, porque es precisamente aquella postal la que arrancó tu primer comentario (polar)".
-Seguían pasando los días como normalmente, sin demasiados cambios de rutina, y demasiados cambios de tiempo. Así que es cierto, que dependía ésta primera de lo segundo: si un día llovía, la playa nunca máis. Y a esperar si el día siguiente daba la oportunidad de salir a ver gaviotas al sol, y de volver a prometer que -hoy ya sí que sí- iríamos nadando a la isla de Santa Clara.
Y de vez en cuando nos pateábamos media ciudad hasta la Zurriola, por ver mar abierto con un fin horizontal y teatral, con parada previa por cañas en la parte vieja, y bocata del Juantxo si sobra de comprar tabaco! (y no al contrario)
Un día me contaste, que regalaste papeles con historias, y lo haces a menudo porque te gusta ver a la gente sonreír si llora, o pensar si mira por la ventana, ver pasar raíles, y árboles, paisajes, y estaciones. Hasta llegar al destino pasajero. Y "tiempos de pasajeros al tren, pasados de moda"... Estás tú en aquel banco, tú o lo que vendría, como una puerta al futuro que me enseñaría a querer quererte, cuidarte, y hacer que sonrías la mayor parte del tiempo.
Es un deseo que muchas veces nos dedican pocas personas; pero de vez en cuando lo hacen...
Y de la historia del hombre que regalaba principios de cuentos, más mañana.Y esta vez espero que sea cierto! :D
Los mismos tropiezos y las mismas piedras,
19 Comments:
pues nada... aunque te diré que a mí me pasa igual demasiadas veces. Luego un día explotarás y te faltará velocidad para escribir todo el maremoto de palabras. Tómatelo con calma ;)
Me gustan tus colores, tu forma de hacer reír. Compartimos viajes imaginarios, y aunque no me deja marchar la ciudad-lobo, ésta noche seguiré mirando las mismas estrellas que tú veas. No olvides ese instante, aquel que partimos nuestros huesos con un abrazo. ¡Que siga nuestra fiesta!
GATO NEGRO
Donosti siempre se me clava demasiado dentro... hace tiempo que no voy, teniéndola tan cerca, por miedo a las represalias de madrugadas a solas. Algún día subiré al Urgull a enterrar recuerdos...
Conntinúa con tu historia, el principio (del cuento) me ha encantado :)
A mí me tiene encantada tanto cuento, aunque se mezcle y se transforme y se tropiece.
Abrazos de sol que quieren ser de verdad.
Como principio de cuento está muy bien. Sigue escribiendo y hallarás muchos principios y finales.
Saludos
Meternura
Veo que conoces bien Donosti, me alegro de que tengas tantos buenos recuerdos de ella.
Prosigue con tus historias, son geniales
me ha gustado tu blog, prometo leerte. saludos.
guauuu!!!
;)
qué bonito eso de que exista alguien que regale principios de cuentos...
a mi me han regalado mucho las piedras de granada, cadiz y cordoba estos días de visita... bastante tiempo alejado de todo esto para volver con un texto sobre los sentidos a base de sentimientos. de momento busco una foto que se corresponda con...
tropezar...crecer...seguir...piedras...
uf...cuantos caminos...menos mal q no vamos solos
abrazos ausientes desde el norte
Puede que no supiera terminarlas... algunos empiezan cosas que no pueden acabar.
Muy bueno.. sin palabras
siempre regalaba principios de cuentos, con una sonrisa, porque había vivido todos los finales, los felices y los tristes, y ya estaba cansado de caminar sin llegar a ninguna parte. Por eso se limitaba a abrir las puertas, a dejar pasar, disfruten del viaje, admiren las vistas, pero era incapaz de imaginar un final para cada historia. Cuando pasamos a su lado, ni siquiera estiró el brazo para ofrecernos aquel papel amarillo.
...siempre los mismos, porque no son más que el reflejo de nuestros errores pasados, aunque los llamemos "piedras". Pero, has de saber, que tambien existe una mujer que regala historias: de tiempos ya oxidados o lugares venideros, amores de platino y besos robados, tristezas en tus manos o sonrisas de tarde (aquella en la que sus brazos acarician tus penas),... . Lo mismo, es lo que sustenta la variedad en tus labios.
bonitos zapatitos rompepistas
Yo creo q es un hecho...los paisajes pasan, pero las piedras se quedan para que tropecemos de nuevo... no?
besos!
enric
suena genial la frase del hombre q regalaba principios de historias sólo por ver sonreír... usted lo ha imitado con este texto magníficamente :)
saludos
Torpiezo. Y se me hacen heridas en las rodillas. Tropiezo. Y se me hacen heridas en las postillas. Tropiezo. Y se me hacen cicatrices.
Pero en cada cicatriz, recuerdo cada tropiezo, cada momento y cada pensamiento...
Aupa! acabo de encontrar tu blog, que por cierto me ha gustado mucho asique, me seguiré pasando por aqui.
Un saludo eta Musutxus!
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