dejamos enfriarse las dos tazas...
Sí, hoy ha sido un día de mierda. Hace frío. Casi pierdo las mejillas en una de las cientodos ráfagas de aire polar. Brisa, le llamaría un esquimal, con cara de chino o de chileno, y sin embargo... yo perdí la cuenta de las cosas que empezaban a salir mal. A la vuelta de la esquina, en el paso de cebra, muerta de frío. Debí haberlo planeado. Llevo varios días desorientada. Sin mapas ni traductores de mapas.
Una señal. O un mal sueño. El frío espabila, y agolpa las cosas, sin enseñarles que pueden caer irremediablemente. Acercándolas hacia el abismo de las puntas de nuestros dedos, cuando están sujetas entre ellos, haciéndolas tambalear precisamente porque dejamos de sentir frío en las yemas, en cada falange, en las palmas. Se tornan de un rosa gris, gris piedra, y pierden la sensibilidad de sentir una mano que agarra la otra con un "no te caigas" a tiempo y destiempo, cuando la música sólo es ruido... sólo es ya... pero ahora son los Piratas. Quizá ésta fue la mejor opción del día, y fue al azar. Ni siquiera aquel trasbordo, o aquella conversación. Tampoco repasar el tema equivocado antes del examen, u olvidar lo que M. trajo en el bolso. O preguntarle a R. que a qué hora te has acostado anoche...
Nada valía. Hoy valen Piratas. Soy un desastre, hoy le conté a M. mi carencia de la nueva vitamina R.C.Ex3 (rabia contenida en el estómago). Sigo sin tener la respuesta, pero guardo el mejor momento del día en mi almohada. Y dos tés rojos, uno medio lleno y el otro... en una banqueta azul de madera. Cuando te lo conté a ti, sin abrir la boca y sin parpadear, con unos ojos enormes, volviste en forma de traductor de mapas, reflejando mi cabeza sin hablar, viendo yo en tu pared una proyección luminosa en camel que decía que no sé dirigir las entidades que me mantienen en planos ajenos a los dos... Y me pierdo en entendernos.
E insistes en que es distinto. Y más pekenio de lo que es. Siempre es pekenio cuando es contigo. Yo hoy sólo sé que la tristeza es lo que desgraciadamente siempre da los mejores textos, lo dijo Q. Pero yo hoy sólo estoy medio triste. Ensombrecida... No tengas miedo, para mí lleva siendo de noche todo el día.
El día ha caído en picado, y de lado en tu costado, y la sucesión de malos ha derrotado nuestras ganas de seguir llorando por dentro. Pides silencio, y yo sólo ansío tenerlo contigo. Has dicho que eres mi silencio. Eres mucho de mi todo. Pero sobre todo eres risa, aunque la de hoy sólo fuera la pantomima del ansia de reírse mucho... más que de uno mismo
Una señal. O un mal sueño. El frío espabila, y agolpa las cosas, sin enseñarles que pueden caer irremediablemente. Acercándolas hacia el abismo de las puntas de nuestros dedos, cuando están sujetas entre ellos, haciéndolas tambalear precisamente porque dejamos de sentir frío en las yemas, en cada falange, en las palmas. Se tornan de un rosa gris, gris piedra, y pierden la sensibilidad de sentir una mano que agarra la otra con un "no te caigas" a tiempo y destiempo, cuando la música sólo es ruido... sólo es ya... pero ahora son los Piratas. Quizá ésta fue la mejor opción del día, y fue al azar. Ni siquiera aquel trasbordo, o aquella conversación. Tampoco repasar el tema equivocado antes del examen, u olvidar lo que M. trajo en el bolso. O preguntarle a R. que a qué hora te has acostado anoche...
Nada valía. Hoy valen Piratas. Soy un desastre, hoy le conté a M. mi carencia de la nueva vitamina R.C.Ex3 (rabia contenida en el estómago). Sigo sin tener la respuesta, pero guardo el mejor momento del día en mi almohada. Y dos tés rojos, uno medio lleno y el otro... en una banqueta azul de madera. Cuando te lo conté a ti, sin abrir la boca y sin parpadear, con unos ojos enormes, volviste en forma de traductor de mapas, reflejando mi cabeza sin hablar, viendo yo en tu pared una proyección luminosa en camel que decía que no sé dirigir las entidades que me mantienen en planos ajenos a los dos... Y me pierdo en entendernos.
E insistes en que es distinto. Y más pekenio de lo que es. Siempre es pekenio cuando es contigo. Yo hoy sólo sé que la tristeza es lo que desgraciadamente siempre da los mejores textos, lo dijo Q. Pero yo hoy sólo estoy medio triste. Ensombrecida... No tengas miedo, para mí lleva siendo de noche todo el día.
El día ha caído en picado, y de lado en tu costado, y la sucesión de malos ha derrotado nuestras ganas de seguir llorando por dentro. Pides silencio, y yo sólo ansío tenerlo contigo. Has dicho que eres mi silencio. Eres mucho de mi todo. Pero sobre todo eres risa, aunque la de hoy sólo fuera la pantomima del ansia de reírse mucho... más que de uno mismo
3 Comments:
Ehy Miss.. arriba esos animos.. Hace frio, las calles están medio vacías, y vale que todo sea una mierda.. Pero piensa que siempre puede salir peor.. No te me desanimes..
Por cierto, té rojo.. MMmmMMmmMMm.. veo que coincidimos en algo :)
Somos el desastre compartido, en cada segundo hemos acabado con el día. Al menos me queda ese recuerdo en los ojos cansados por el frío. Cuando cierre los ojos iré a terminar el té junto a ti.
GATO NEGRO
a veces tanto frío puede aterir las almas más acostumbradas, incluso las q vivimos en el invierno
te envío todo el calor q me queda en este abrazo, pq con tus textos y tus canciones, siempre me alargas las sonrisas
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