Deja pasar el tiempo, los días, las horas; deja volar los minutos entre miradas-sobre, y por, según... preposiciones y proposiciones sin palabras ni orden. Aprende a aprender deprisa, y despacio, empapándose de todas las cosas que le van a hacer feliz.
Plasma, deja, repasa, re-mezcla, retoca, revierte, puntea, marca, crea, desdibuja, modela... y mucho más allá de todas las cosas que puede aprehender, están las ganas de cogerlo todo para sí. Por cómo sonríe cuando aprende y aprehende; el vagón se llena de luz, y cae agua por el pelo porque llueve fuera, y la habitación reluce, sus ojos irradian días, horas, minutos...
Aunque sólo sea porque cuenta qué y cómo ha repicado la lluvia en el tejado de cristal a dos aguas, o porque adivinó que llovería, o porque pidió té con lima en el imperfecto... y seguía lloviendo a la búsqueda de un portal… Bajo un soportal, o de un cuadrilátero perfecto, por una plaza mayor de madrugada… hace ya… tiempo incierto.
O porque asume belleza en todo lo que aparece así, imperfecto. Porque es inevitable y porque nos sobran los motivos, y porque se atrevió con los diecinueve versionados de As Ferreiro...
3 Comments:
Lluvia que limpia, que muestra, que cala, pero que no provoca nada más allá de lo que uno quiera ver. Gracias a ciertas personas se ve, se atreve, se vive, todo es un conjunto, nada funciona si no hay algo que compartir. Merece la pena siempre, y nunca hacen falta motivos.
GATO NEGRO
Y ahora es tiempo de sonreíros con los ojos y besaros las manos y abrazaros como si fuera la última vez. Es tiempo de quereros grande y fuerte y verteros el uno en el otro en lugares de arquitectura escurridiza. Las canciones resuenan en vuestros oídos y no sabéis hacer otra cosa que hacerlas vuestras y llorar de emoción cada vez que os hacen recordar un pasaje que aún revolotea en vuestra cabeza. Los portales se hacen vuestros cómplices en noches con miedo a amanecer y llueve, llueve afuera, pero al menos sabéis que estando juntos no os podrá empapar el corazón.
Te quiero. Os quiero.
La belleza a veces no merece comentarios, porque es tan bella que se sostiene por sí sola. Lo que leo aquí es belleza, y es amor, y eres tú deshecha en palabras, y casi te entran ganas de echarle un pulso a la lluvia con lágrimas de felicidad.
Gracias, gracias, infinitamente gracias.
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