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lunes, octubre 31, 2005


canciones de banda sonora...

Estaba puesta la emisora aquella... hacía tiempo que no reparaba en un dial tan interesante. La música era tremenda... mente... atemporal y mágica. Las calles pasaban a ambos lados, cortando el aire con el metal del chásis; oscuras, vacías: gris oscuro, ausentes.

Distinguía detrás del cristal cómo las ruedas traspasaban charcos, pasaban por encima y separaban el agua sucia y turbia. Pero fuera también se proyectaba otra imagen: valles y montañas inmensas, tal vez, del sitio donde la lluvia cae-de-manera-típicamente-(...)-de-lado

Dando las gracias primero, bajando despacio, y prolongando aquel momento con los auriculares... Cerré con un portazo. Apenas llovía, pero resultaba extremadamente agradable pisar los charcos, caminar atravesando el pasillo de escaleras que se acerca al portal, entre árboles oscuros, dejando una galería angosta entre medias, un pasadizo sin iluminar. Parece que nadie quiere arreglar las farolas que se fundieron hace semanas...

Sin luz, ni un ápice. Deslizando los pies entre escaleras y rampas. Con la única iluminación de farolas que quedan lo suficientemente lejos, y de una luna que extiende su reflejo de manera vaga entre nubes azul marino. Impulsada por un direccionamiento inconsciente.

La luz de estos días ha sido ténue, y "entre bruma y resol". De la que gusta.
Con cierto frío que hace sentirse vivo. Pero anoche me gustó más.

Nada más bajar del coche y empezar a bajar la calle hacia casa, un viento sacudió aquellas hojas -enganchadas en ramas que asemejan dedos esqueléticos-, y me mojó la cara y el pelo... un poco. En la quietud, la oscuridad de los adoquines que siempre había detestado, noté bailar el viento en los charcos. Lo suficiente. Imprescindible, o no. Suficiente como para querer quedarme así mucho rato. Con una sonrisa imborrable de satisfacción incontenible...

Seguí bajando, seguí doblando con respeto aquellas piedras... y me paré deslumbrada por tantas cosas agradables, y entre malabares de desequilibrio, que me rodeaban. Hacía mucho que no me enamoraba de la noche oscura, sin luna, y empapada de ganas de llover. Satisfecha por haber visto y notado llover un rato...

Tienes razón, -en el fondo- nos encanta enamorarnos


6 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

sí que tienes razón... nos gusta enamorarnos, aunque en ese momento no recordemos lo que duele desenamorarse...
es precioso.... buenas noches :-)

martes, noviembre 01, 2005 2:04:00 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

:D

Espero que tu rodilla esté mejor...

Bss!

martes, noviembre 01, 2005 4:25:00 a. m.  
Blogger V. Watt dijo...

primero los ojos
después la gasa sobre la cabeza
y ver todo un poco más borroso, como si el mundo en sí fuese borroso, y sentirse ajena pero tan primitiva, el origen de todo , cuando todo es una palabra tan tremenda, y eso que nos apsa adentro va creciendo va creciendo va c r e c i e n d o
y puede que tengamos miedo
que cómo cresta se detiene
que en qué momento empezó
y yo no quise- aunque sí si si -
pero me pasa
nos pasa
y derrepente
empezamos a conjugar un "nosotros" en silencio.

martes, noviembre 01, 2005 3:01:00 p. m.  
Blogger E dijo...

Es precioso enamorarse, es precioso anhelar ese momento de soledad en el que tanto deseas que salga bien y que a la soledad de verdad se le estén acortando los segundos de vida. En el fondo y en el trasfondo, en lo real y en el espejismo, nos encanta.

En mi caso suelen ser espejismos, pero es precioso leerte feliz.

Un beso para la mano con rostro, un abrazo miss b.

martes, noviembre 01, 2005 4:14:00 p. m.  
Blogger no_se_es dijo...

hay algunas veces que da la sensación que se detiene todo en ese instante y aunque pase, que pasará, siempre te queda esa sensación de haber sido feliz un momento, y quedan estas tus palabras para compartirlo con nosostros y vivirlo una vez mas. precioso momento.

martes, noviembre 01, 2005 9:12:00 p. m.  
Blogger Gato negro dijo...

Ese encanto es algo que no atiende a razones,solo es, como todo, aunque no nos demos cuenta, aunque cerremos los ojos.La lluvia ayuda a limpiar las ideas,el rostro y si miras como cada una de esas gotas golpean en tu cara, veras que son perfectas, cada una de ellas, solo hay que estar atentos.Muchas hojas he visto estos dias, de todos los colores, algunas incluso me han sorprendido, no se, es la magia que existe cuando miras mas allá.Atardecer y amanecer,lluvia o sol, calles o pasadizos...todo tiene magia.

GATO NEGRO

martes, noviembre 01, 2005 10:56:00 p. m.  

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