Llegué por casualidad y por una conversación de cafetería envuelta en dudas. Encontré en los paraísos electrónicos los abrazos más auténticos... viajé sola por Kioto, por Dresden, embotellé lluvia y suelto lastre. Ahora sólo escribo, de oficio. Y en septiembre de 2009, años después de posarme para aterrizar, vuelvo a emprender una aventura voladora; desnuda y rellena de letras. bienvenido
1 Comments:
es una imagen preciosa...y más siendo un regalo para mí, de mi prima bloggera favorita
un abrazo presente, de los q puedes doblar en forma de pulsera, para q te acompañe
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